viernes, 22 de abril de 2011

La primera vez que te chupan la pija


Hay un momento para todos los hombres que marca un antes y un después definitivo (y cuando decimos definitivo ES DEFINITIVO) en su vida. Y esto va tanto para hombres heterosexuales como homosexuales. Es un momento que esperamos desde la primera vez que nos hicimos la paja, desde que vimos nuestro primer video porno, desde nuestro primer beso y nuestra primera tocada de teta.

Es la primera vez que te chupan la pija.

Es un momento... Único, mágico. Es un momento que esperamos e imaginamos durante tanto tiempo que cuando finalmente sucede se corre el riesgo de que no se esté a la altura de las expectativas. Pero lo está, siempre lo está, porque la sensación de una lengua recorriéndote la pija cambia a un hombre. Lo transforma en alguien nuevo, en alguien mejor. Lo transforma, definitivamente, en un hombre.

Cada uno tiene su historia particular y acá voy a contar la mía.

Sucedió con la Primera Novia, y pongo su nombre en mayúsculas porque así se llamará siempre para mi, la Primera Novia. Eramos chicos, teníamos 17 años y eramos ambos vírgenes. No teníamos demasiado idea sobre nada, yo le tocaba las tetas como si estuviera apretando el joystick de la playstation, ella me franeleaba la chota como si estuviera bailando reaggeton. No teníamos demasiada idea de nada.

Debo aclarar que la Primera Novia fue la primer persona que me chupo la pija, pero no la primera que me pajeó ni la primera con la que tuve sexo. Esas serán otras historias. Por ahora, voy a contar la historia de mi primer pete.

Estabamos en su casa, eran las dos de la mañana y los padres estaban durmiendo. Nos habíamos estado besando y yo le había logrado sacar la remera pero no el corpiño. Para esta altura ella ya me hacía la paja (aunque con forro) y yo a ella la tocaba por encima de la bombacha. Repito: no entendíamos nada. Pero teníamos 17 años, eramos burgueses de clase media, y el sexo a esa edad se disfrutaba así para nosotros.

Estabamos de costado cuando le empecé a chupar las tetas. Primera Novia era de esas minas que le calientan que le chupen las tetas. Hay otras que no, que no les gusta siquiera que las toques. Pero Primera Novia le calentaba mucho eso (y a mí también). Fue entonces cuando me pidió que me recostara, boca arriba, y la magia comenzó.

Primero se saco el corpiño que para esa altura estaba todo corrido. Después comenzó a desabrocharme la camisa, botón por botón, desde el de más arriba al de más abajo, y a medida que lo hacía me iba besando el pecho. Cuando llegó al ombligo ya estaba muy caliente, sentía que la pija me explotaba dentro del pantalón. Y cerré los ojos y suspiré y me dije a mí mismo:

- ¡MARION, HIJO DE PUTA, TE VAN A CHUPAR LA PIJA! ¡VAMOS TODAVÍA!

Los hombres tenemos una zona del cuerpo a la cual denominamos la pista de aterrizaje del pete. Va desde debajo de la panza hasta los primeros pelos de la chota. Es una zona que las minas no besan mucho pero que nos vuelve locos. Cuando Primera Novia llegó yo estaba que no me aguantaba más. Pero mantuve la calma, mantuve la calma porque en ese momento comprendí que la pista de aterrizaje del pete es un lugar de no retorno. Si la mina sigue, te va a chupar la pija. Si no sigue, olvidate del tan ansiado pete.

Con el tiempo comprobé que empujar la cabeza de la piba no es buena idea. Tampoco moverse uno y querer embocarle la poronga en la boca. No, lo mejor es mantener una actitud serena por fuera y demostrarle a tu mujer que lo estás disfrutando. Es algo mas o menos así.

Por fuera: Suspiros, ojos cerrados, respiración marcada.

Por dentro: ¡OH POR DIOS SI NO ME CHUPA LA PIJA YA MISMO ME VOY A PEGAR UN TIRO EN LAS BOLAS Y SUICIDARME!

Por fuera: "Que linda que sos, mi vida".

Por dentro: ¡DALE HIJA DE PUTA LA PUTA QUE TE RE PARIÓ SACAME EL PANTALON Y CHUPAME LA PIJA AHORA MISMO O ME SACO LAS COSTILLAS Y ME LA CHUPO YO!

Primera Novia comenzó a quitar los botones de mi jean. Para esta altura tenía la pija parada y bien marcada en el boxer. Estaba un poco corrida hacia mi izquierda, así que cuando Primera Novia me bajó el pantalón la rozó con el costado del mano. En ese momento supe, sin lugar a dudas, que iba a recibir mi primer pete. Cerré los ojos, apoyé la cabeza en la almohada y creo que lloré de emoción.

Hay dos formas que tienen las mujeres en bajarte los pantalones. Las que te sacan el jean y el boxer juntos. Y las que te sacan primero el jean y después el boxer. Yo prefiero la segunda pero porque soy un amante de la preparación. Primera Novia era así, me sacó el jean, todo el jean, y cuando subió puso una de las manos sobre mi boxer. El momento fue así:

Por fuera: Un suspiro calmado, una sonrisa de satisfacción, calma y placer, un leve morderse los labios.

Por dentro: ¡JURO POR EL MISMISMO DIOS SANTO QUE SI ESTA MUJER NO ME SACA EL BOXER AHORA MISMO Y ME CHUPA LA PIJA VOY A IR A PLAZA DE MAYO Y PRENDER FUEGO LA CASA ROSADA!

Pero como dije antes, una vez que la mujer pasa por la pista de aterrizaje del pete casi que no hay vuelta atrás. Para que se den una idea, es como cuando un avión comienza el despegue. Sí, cada tanto alguno se cancela, pero no es lo normal. Me dije a mí mismo: "Marion, calmate, cerrá los ojos y disfruta".

Primera Novia me manoseo un poco por sobre el boxer y comenzó a quitarlo. Cuando tenés la pija parada y te sacan el boxer, hay un momento que la chota se engancha con el elástico del borde y empieza a levantarse. Es ahí cuando la mujer hace un pequeño movimiento y la pija se suelta y cae y rebota levemente contra el cuerpo. A las minas les encanta esa primera visión de la pija. A nosotros nos encanta ver a las minas cuando nos miran la pija. Es una sensación de vouyerismo doble. Ellas admiran el falo que les falta (Doctor Freud), nosotros admiramos su admiración.

Luego de sacarme el boxer, Primera Novia volvió a subir y encerró con su mano derecha mi pija. Se acercó con la boca hasta quedar a cinco centímetros de distancia, y me miró. A las mujeres: Sí hay algo que nos quieren pedir y no saben como, ESTE ES EL MOMENTO PARA DECIRLO. Nunca van a tener tanto poder sobre un hombre como cuando lo tienen recostado en la cama, con la pija en su mano y a punto de metersela en al boca. ESTAMOS ENTREGADOS, no nos importa AB-SO-LU-TA-MEN-TE nada. Digan lo que digan, les daremos la razón. Somos suyos, completamente suyos.

- Amor, ¿me acompañás mañana al Tigre?
- ¡SÍ!

- Amor, ¿y si los martes en vez de jugar al fútbol venis casa y vemos la novela?
- ¡SÍ, CLARO QUE SÍ!

- Amor, ¿dale que de ahora en adelante vos cocinás, lavás y planchas la ropa?
- ¡SÍ, SÍ, LO QUE DIGAS, SÍ! ¡TE LAVO LA ROPA, TE PLANCHO LA ROPA, TE COCINO LA ROPA, LO QUE SEA, NO ME IMPORTA, SÍ!

Y entonces vino el momento. Algunas abren la boca y se la mandan adentro. Otras prefieren sacar la lengua y lamerla un poquito. Hay algunas que prefieren empezar por la punta, otras por el tronco y subir. Algunas, muy pocas, primero te chupan los huevos. Primera Novia lo que hizo fue acercarse lentamente a la punta y metersela adentro de la boca. ¡Yo estaba que me moría ahí mismo! ¡Quería ver como me la chupaba pero también quería cerrar los ojos y disfrutar! ¡OH POR DIOS, POR DIOS! ¡LO VA A HACER! ¡LO VA A HACER... LO HIZO, LO HIZO! ¡AHHHH!

Por fuera: "Ay, si..." y un escalofrío que recorre el cuerpo, desde la espalda hasta los pies.

Por dentro: ¡SIIIIIII! ¡GLORIA AL SEÑOR! ¡VIVA PERÓN CARAJO! ¡LA PUTA QUE LO PARIO A DIOS! ¡TEKE TEKE TOKA TOKA ESTA HINCHADA ESTA RE LOCA! ¡PAN Y VINO PAN Y VINO EL QUE NO GRITA CARAJO PARA QUE CARAJO VINO! ¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!

Es un calor hermoso el que se siente. Es una sensación única, mágica. Como dije antes, la primera vez que te chupan la pija es el momento en que empezas a creer en un mundo mejor. Conozco casos de amigos con la autoestima muy baja que después que le chuparon la pija comenzaron a creer en sí mismo. Te lo digo: Cuando veas a un hombre confiado de sí mismo, ese un hombre que recibe buenos petes.

Esperé con los ojos cerrados mientras me la besaba. Después de unos segundos me levante y la vi. El pelo cubría toda su cara así que no podía distinguir nada. Con una de mis manos le corrí el pelo y la vi. Esa chica, la misma que se sentaba en la mesa de mi casa a tomar mate con mi mama, la misma que abrazaba a su papá y le decía lo mucho que lo quería, la misma que hablaba con sus amigas en la escuela, esa chica tenía mi pija en la boca. Era hasta surreal.

Con el tiempo descubrí que si querés ver como una mina te chupa la pija lo mejor es que estes sentado. Si estás acostado tenés que inclinar el cuello y no es cómodo ni placentero. Cerré los ojos, disfrute como Primera Novia jugueteaba con la puntita y no pensé en nada más.

Tiempo después, me inicié en el arte de cojer a las minas por la boca. Esto quiere decir, cuando te están chupando la pija, empezar a hacer un movimiento hacia dentro y fuera de sus bocas como si se las estuvieras metiendo. No es algo fácil de hacer ya que muchas mujeres cuando se dan cuenta de esto inmediatamente abandonan la tarea. Lo mejor es ir haciéndolo lentamente y sin que se den cuenta. Es un movimiento muy útil cuando se quiere combinar con una buena acabada en la cara. Pero esas son cosas para otros capítulos.

Para cerrar este de hoy, contaré que luego de un rato de chuparme la pija, Primera Novia se arrastró hacia mi y me dio un beso en la boca, el cual le devolví con todas las ganas. Poco me importaba el sabor a poronga que tenía, estaba demasiado caliente como para dejar pasar todo. Buscamos un forro, me lo puso, me la chupo un toque con forro (lo cual, les advierto chicas, es lo menos placentero que hay para un hombre) y me pajeó hasta que acabe. Nos limpiamos, nos vestimos y nos dormimos un rato.

Cuando desperté a las cinco de la mañana y me fui a mi casa, sabía que era un hombre nuevo. Tenía ganas de llegar a mi casa, despertar a mi papá, sentarlo en la mesa del living, servir dos vasos de whisky con hielo y decirle:

- Papá, hoy me transformé en hombre. Hoy me chuparon la pija por primera vez.
- ¡Ay, hijo, te felicito! ¡Vamos a despertar a tu madre y contarle! ¡Vieja, vieja!
- ¿Qué pasa, viejo?
- ¡Le chuparon la pija a Marion!
- ¡Ay hijito mio estoy tan orgullosa de vos!

Hasta me imaginé la tapa de Clarín del otro día: "Tiene 17 años y le hicieron su primer pete". Y debajo de eso, una cita textual mía: "Nunca sentí nada igual".

Todas las pajas que me hice después de eso, me las hice recordando la sensación de la lengua de Primera Novia sobre mi pija.

Me cambió, me transformó en... un hombre.

Un Hombre.

Con Mayúsculas.

Primera Novia, primeras novias de todo el mundo, gracias. Si no fuera por ustedes, nosotros no seríamos quienes somos.

Marion.